A cualquier navegante muchas veces le ha pasado lo de ir a descargar una página y esperar, esperar, esperar… En ocasiones se suele tener paciencia para ver el contenido anunciado pero en la mayoría de las ocasiones, pasado un tiempo prudencial, el visitante abandona la página si no se ha producido la descarga. Algunos estudios fijan este tiempo entre los 15 y los 25 segundos.
En el tiempo de descarga influyen tres factores:
– El módem y la conexión del navegante. En España hay básicamente dos configuraciones en la mayoría de los ordenadores: módem de 56 Kb y ADSL de 256 Kb. La «b» de «Kb» es la sigla de baudios, es decir unos o ceros por segundo, o lo que es lo mismo, bits por segundo. Como todos sabemos que 8 bits componen un byte, el módem de 56 Kb recibirá 56.000 bits por segundo, es decir, 7.000 bytes o 7 Kilobytes. La conexión ADSL multiplica esas cifras por 5. Ahora bien, esas son cifras brutas de capacidad. A esas cantidades hay que sumarles las capacidades de compresión de datos de los módem y restarles la cantidad de información que se consume en la transferencia como información de control y verificación. Aproximadamente, en condiciones idóneas, un módem puede recibir datos a 10 kilobytes por segundo y una conexión ADSL a 40.
Esta cantidad se ve sensiblemente reducida, casi a la mitad, por la capacidad de las líneas telefónicas y los propios módems de las operadoras que gestionan el tráfico. No es un secreto para nadie que en las horas punta, de 6 a 9 de la tarde, la navegación es más espesa y las páginas descargan más lentamente.
– La capacidad del servidor de páginas web. Aunque todas las empresas de alojamiento de páginas web anuncian que sus servidores son rápidos y que están preparados para soportar todo el tráfico acceda a ellos, la realidad es que para obtener rendimiento económico de sus equipos, estas empresas de hosting sobrecargan cada servidor con docenas y a veces cientos de páginas web de otros tantos usuarios con lo que los servidores se ralentizan en las horas punta. El ejemplo más claro es el de los grandes servidores de hosting gratuito con cientos de miles de páginas que por las tardes suelen ir muchísimo más lentos de lo que sería deseable. Por supuesto, si Ud. se queja a cualquier compañía de hosting de lo lenta que descarga su página sólo obtendrá como respuesta que la lentitud se debe a una mala configuración de su equipo o a la saturación de las líneas de las operadoras.
– El diseño de la propia página web. Los diseñadores de páginas web suelen pasar por alto este detalle por dos razones: primero, porque ellos acceden a las páginas que están diseñando en modo local, desde su disco duro, a una velocidad de vértigo y, segundo, porque en la mayoría de los casos, al ser profesionales o cuasiprofesionales, disponen de buenas conexiones ADSL o cable que permiten descargar páginas a buena velocidad.
Los errores que se cometen en el diseño son básicamente tres:
· recargar demasiado la página con gráficos, animaciones, películas o composiciones en flash o Java o fondos musicales y sonidos. Para medir esto, basta con visitar una página, esperar a que acabe de cargarse y guardar la página completa: Archivo -> Guardar como ->Página completa. Con esto, tendremos el archivo HTML de la página y todos los archivos integrados. Viendo las propiedades de ambos elementos, el archivo HTML y la carpeta, comprobaremos cuánto «pesa» una página. Dividiendo la cantidad de kilobytes que nos dice entre 5 tendremos los segundos que tarda en descargarla un usuario con módem en condiciones normales. Si hacemos esa misma división entre 20, tendremos el mismo dato para los usuarios con ADSL de 256 Kb.
· no optimizar los gráficos. Cualquier imagen debidamente retocada puede reducir su «peso» a la mitad. Para esto basta con reducir el número de colores en las imágenes .GIF o con reducir la calidad en los .JPG. Esta optimización no se traduce en pérdida de calidad apreciable y nos ahorra unos segundos de descarga que pueden significar que el visitante acabe de descargar la página o se marche a otra web.
· no definir los tamaños de los elementos que componen la página. Cuando el navegador llega a la página, lo primero que hace es leer el código HTML para determinar la anchura y altura de la presentación que debe mostrar en pantalla al usuario. Si en le página hay una imagen que no tiene su tamaño especificado en el código HTML, el navegador tendrá que esperar a cargar completamente la imagen y verificar su tamaño antes de empezar a mostrar el código de la página. Si esa imagen está dentro de una tabla, toda la tabla aparecerá en la pantalla cuando estén cargados todos y cada uno de los elementos que la componen.
Como sobre los equipos de los internautas, la velocidad de las conexiones o las capacidades de los servidores es difícil operar, todo webmaster debe centrar sus esfuerzos en optimizar sus páginas… si le interesa recibir visitas. Si es su primera página y quiere poner muchas fotos bien grandes, vídeos muy graciosos, una animación flash que le hizo su primo y una música de fondo en formato .WAV, adelante. Después de todo ¿a quién le pueden interesar unos cientos de visitas diarias más o menos?