Megaupload era uno de los mayores servicios de almacenamiento personal en línea. Por sí solo representaba entre el 30 y el 40 por ciento de todo el intercambio de archivos en Internet. El pasado 18 de enero las autoridades estadounidenses secuestraban los servidores de Megaupload y detenían a su fundador, Kim Dotcom, en su propia fiesta de cumpleaños. En sólo una hora, el tráfico mundial de Internet caía entre un 2 y un 3 por ciento.
Tras la caída de Megaupload, ¿qué ha pasado con el intercambio de ficheros? No todos los contenidos que se distribuyen por Internet violan los derechos de propiedad intelectual. Cuando se trata de bits, los archivos legítimos son indistinguibles del resto. Tanto los internautas particulares como las empresas recurren a los servicios de los cyberlockers para compartir sus documentos e imágenes.
Deepfield, una compañía especializada en resolver problemas de almacenamiento a gran escala, ha tratado de responder a esa cuestión mediante un estudio. Han analizado la infraestructura detrás del intercambio de ficheros, que está distribuida básicamente por toda Internet. Aunque haya cientos de sitios dedicados a compartir archivos, sólo media docena de proveedores de alojamiento acapara el 80 por ciento todo el tráfico de intercambio de ficheros por Internet.
Esto significa que casi todos los cyberlockers recurren a los mismos proveedores de alojamiento: Carpathia, Choopa, LeaseWeb, Nforce, Softlayer y Webzilla. Deepfield ha tomado una instantánea de cómo era el intercambio de archivos en Estados Unidos el día 18 de enero de 2012 justo antes del secuestro de Megaupload, y lo ha comparado con el día siguiente. El golpe a Megaupload no ha reducido el intercambio, simplemente se ha trasladado. Putlocker ha sido el cyberlocker que más ha ganado, pasando desde un 4,6 por ciento al 27,5 por ciento del tráfico. Por su parte, Mediafire, tras la desaparición de Megaupload/Megavideo, casi duplica su cuota, algo similar a RapidShare. Otros servicios, como Filesonic, que el día 18 de enero movía casi una quinta parte del tráfico, sencillamente suspendieron sus actividades.
En realidad, el intercambio de ficheros no está acabado, ni siquiera se ha reducido mucho en Norteamérica, según Deepfield. Los usuarios han buscado otras alternativas seguras. Sin embargo, el incidente Megaupload sí ha tenido consecuencias: el intercambio de archivos es menos eficiente. El tráfico ha abandonado los servidores en Estados Unidos, para trasladarse a servidores en Europa con enlaces transatlánticos más caros.
fuente.tuexperto