Entre las razones que podemos encontrar para dejar definitivamente Windows XP encontramos que éste se trata de un sistema de más de diez años de edad que ya ha sido superado por dos nuevas generaciones (Vista y 7), o que su soporte ya se encuentra en una fase de cuenta atrás que terminará el próximo 2014.
Además de lo anterior esta semana pasada la consultora IDC ha analizado por encargo de Microsoft los riesgos, costos y merma de productividad de los usuarios de empresas que ejecutan Windows XP sufren frente a los que ejecutan Windows 7.
Señalar que los costes de productividad se midieron mediante indicadores como pérdida de tiempo debido a ataques de virus o malware, tiempo de reiniciado debido a diversos conflictos, bloqueo del equipo, tiempo de inactividad o solicitudes de ayuda.
La conclusión de IDC es que las organizaciones que deciden mantener un entorno Windows XP, no sólo se exponen a mayores riesgos de seguridad sino que también están a la espera de mayor inversión económica para solucionar sus problemas que la que debería emplearse en la actualización a Windows 7. Los costos de seguir apoyando a Windows XP son aproximadamente cinco veces mayores que los necesarios para pasarse a Windows 7. Además de lo anterior el informe señala que cuanto más tiempo se espera para actualizar el sistema, el precio de soportar Windows XP es mayor.
Todo apunta que la próxima llegada de Windows 8 está animando a los de Microsoft a realizar un nuevo esfuerzo por estimular la actualización de sus usuarios al que todavía es su último sistema operativo estable ya que a juicio de la compañía la transición previa de XP a Windows 7 es mejor que pasar de golpe a Windows 8.
fuente.desarrolloweb