Las calderas residenciales, funcionamiento y rendimiento óptimo
Una caldera residencial es un sistema de calefacción, con el que a través del calentamiento del agua utilizando combustible o electricidad se logra transporta y emitir el calor necesario para mantener una temperatura agradable en el hogar en lugares donde el medio ambiente sea frio y húmedo.
Desde el punto de vista de la ingeniería una caldera de calefacción integra un hogar u hoguera, donde se quema el respectivo combustible, un intercambiador que permite que el calor generado por la quema del carburante se trasmita al medio portador, este lo lleva a los elementos finales o terminaciones donde el calor es difundido al espacio que así lo requiera.
En qué caso que el combustible o carburante sea líquido el nombre del sistema cambia a GENERADOR, esto es muy importante para diferenciar estos sistemas productores de calor.
Funcionamiento
¿A qué temperatura trabaja el agua de la caldera residencial?
Dependiendo de donde esté instalada y el rendimiento, del que hablaremos más adelante, las calderas residenciales arrancan su funcionamiento en 70 grados centígrados y pueden llegar a los 140 grados centígrados, pasando por los más conocidos 90 grados centígrados en aplicaciones más comunes.
Para que una caldera trabaje a 140 grados centígrados debe funcionar con alta presión para que el agua no se evapore, esto sucede en aplicaciones donde la caldera debe surtir de calor a varios inmuebles, en la actualidad este sistema está en desuso en Europa debido a la alta temperatura de los elementos terminales que pueden provocar
quemaduras graves.
Luego tenemos las calderas más conocidas que funcionan a 90 grados centígrados, y recientemente la mejora de la tecnología a logrado que los modelos más nuevos trabajen a 70 grados centígrados optimizado la entrega de calor.
Para motorizar el encendido y la producción se debe usar algún tipo de carburante para producir le energía mediante la combustión de este, por lo cual las opciones disponibles son:
- Combustibles solidos: leña, carbón, etc.
- Combustibles líquidos: derivados del petróleo
- Combustibles gaseosos: gas natural y similares derivados del petróleo
- Eléctricidad: de producción hidroeléctrica, termoeléctrica o nuclear,en este grupo se incluye la producida por sistemas renovables o sustentables como la energía eólica y solar.
Rendimiento de las calderas residenciales:
El rendimiento de la producción de calor en las calderas se mide en porcentaje, expresado como la relación entre el calor producido realmente en la caldera y la capacidad del carburante de producir calor.
Tenemos dos tipos:
Rendimiento Instantáneo: luego de estar funcionando la caldera por un tiempo prudencial se mide la producción de calor, el rendimiento instantáneo debe comenzar en 70% por encima del valor calorífico o rendimiento del carburante, pudiendo pasar el 100% del mismo en calderas de condensación.
Rendimiento estacional: En este caso se considera lo importante de la instalación del sistema y su uso, si el quemador es de una o varias etapas, la distribución del calor, y no menos importante el mantenimiento que se le haga.