Cómo mejorar la señal de WiFi en casa
Con la llegada de la cada vez más popular fibra óptica a nuestros hogares, son muchas las ventajas de disponer de una mayor velocidad de conexión a internet, tanto para la bajada y subida de datos como para una mayor rapidez en descargas y servicios de streaming.
Aunque podemos encontrarnos con el caso de que nuestra instalación WiFi no sea la más óptima para cubrir todas las necesidades de nuestro hogar, especialmente en todo lo referente a la cobertura de señal de nuestro router.
Por ello, os ofrecemos una serie de consejos para optimizar el máximo posible la señal WiFi y tener la mayor cobertura posible en todas las estancias de nuestra casa o piso:
1. Lugar y posición del router:
Empezamos con el consejo más evidente, la localización y posición de nuestro router. Y es que no siempre contamos con el lugar idónea para situarlo, ya sea por problemas de instalación de la entrada de fibra óptica a nuestro hogar o por falta de espacio para colocar el mismo.
Aunque siempre debemos tratar de colocarlo más cerca posible de la zona donde utilizaremos más a menudo nuestros dispositivos (smartphones, tablets, SmartTV, ordenadores, portátiles, consolas de videojuegos…) que requieran de conexión inalámbrica a internet. Si posicionamos el router en el centro de nuestro hogar tendremos mayores posibilidades de recibir la mejor conexión WiFi en todas nuestras estancias.
Además, debemos procurar situar en un lugar elevado, nunca encerrado en un armario o mueble; el suelo tampoco suele ser el mejor lugar, puesto que también puede recibir golpes no deseados.
2. Amplificación de la señal
En muchas ocasiones, aunque situemos el router en el lugar más centrado posible de nuestro hogar, la señal WiFi puede que no llegue con la intensidad deseada a todos los rincones de nuestro piso o casa debido a paredes más gruesas, largos pasillos y giros entre estancias que pueden dificultar la propagación de la señal.
Por suerte, podemos adquirir un amplificador de señal WiFi, pequeños dispositivos del tamaño de un enchufe que propagan y amplifican nuestra propia señal en puntos donde no llega con la intensidad que nos gustaría.
3. Actualización del router
En la actualidad se lanzan actualizaciones en toda clase de dispositivos, incluso en aparatos electrónicos que jamás pensaríamos en actualizar de ningún modo. Los actuales routers son unos de estos dispositivos que también podemos actualizar para disfrutar siempre de su mejor versión en aspectos tan importantes como la emisión de señal WiFi o la seguridad ante amenazas de terceros.
Para ello tan sólo debemos acceder a la configuración del router y comprobar el apartado de las actualizaciones:
Usa un ordenador conectado a la red WiFi del router.
Teclea la siguiente dirección en tu navegador: 192.168.1.1.
Introduce el usuario y la contraseña.
Ya puedes configurar el router desde tu PC.
4. Cambiar de canal y banda en el router
Esta opción es sólo recomendable para usuarios avanzados con un mínimo de conocimientos sobre el funcionamiento de los routers y las conexiones WiFi; de lo contrario, podríamos tocar algo que podría desconfigurar por completo el dispositivo y quedarnos sin conexión.
Cambiar de canal: Junto a nuestra señal WiFi pueden existir otras señales que pueden interferir en la calidad de la propia señal. Para saber si el canal usado interfiere con otras señales a nuestro alrededor podemos utilizar una aplicación para nuestro smartphone llamada WiFi Analyzer para encontrar así canales menos saturados y mover nuestra señal a uno de ellos. Normalmente, los canales 1, 5 y 11 son los que mejores resultados ofrecen.
Cambiar de banda: Existen dos tipos de bandas por las que se mueve nuestra señal WiFi, de 2,4 GHz y 5 GHz. Podemos probar a cambiar de banda si vemos que tenemos problemas con la actual, pero eso sí, debemos tener claro que la primera señal ofrece un menor alcance a más potencia, mientras que la segunda ofrece justo lo contrario. Así sabremos si nuestros problemas vienen determinados por errores de potencia o alcance.
5. Detectar posibles usuarios no autorizados
Actualmente, casi cada hogar tiene su propia señal WiFi a través de su propio router, con lo que es habitual que desde casa recibamos multitud de conexiones ajenas. Tampoco es nada raro que vecinos con suficientes conocimientos de informática se hagan con nuestra clave para conectarse a nuestra red sin nuestra autorización, aprovechándose de nuestro WiFi sin gastar un céntimo, lo que puede provocar errores de red al tener demasiados dispositivos conectados.
Si queremos asegurarnos de que nadie ajeno a nuestro hogar se conecta a nuestra red sin nuestro permiso, podemos entrar a la configuración del router y comprobar los dispositivos conectados. Si vemos algún dispositivo desconocido, es un usuario parásito. La mejor solución es cambiar la contraseña por defecto y hacer el mismo procedimiento de vez en cuando.