Negocios Electrónicos

La implementación de nuevas tecnologías, y en especial la apropiación de las tecnologías de Internet al interior de las empresas generan cambios importantes en las funciones de las personas.
Todo proceso de cambio o toda implementación de innovaciones requieren dos etapas que están claramente identificadas. La primera durante el proceso de implementación, y la segunda, posterior a la implementación, cuando ya los cambios se convierten en parte del diario transcurrir.

Estas dos etapas se han efectuado para muchos procesos que se implementan en las compañías, desde la época de la Calidad Total cuando recurríamos al ciclo de calidad para imprimir una nueva forma de hacer las cosas orientadas hacia la calidad.

Los funcionarios encargados de llevar a cabo el cambio reciben el nombre de “facilitadores”, son personas que conocen muchas herramientas, conocen el proceso, conocen metodologías para incentivar el cambio, para atender reacciones al cambio por parte de los usuarios. En general, son quienes nos llevan de la mano para implementar cambios culturales y de comportamiento.

Si el cambio está bien diseñado y estructurado, al final del proceso, cada persona de la compañía debe poder interiorizar la nueva forma de hacer las cosas y ésta se debe convertir en “la” forma en que se hacen.

Lo mismo sucede para los cambios que está generando las tecnologías de Internet tanto al interior de las empresas como en el ámbito personal, con algunas variantes. Las nuevas tecnologías tienen mucho de intuitivo, por lo que genera la impresión de su facilidad de uso. Y en efecto, su uso es muy fácil, sin embargo el uso apropiado para generación de resultados requiere método y aplicación, no solo el uso fácil.

Ya tenemos más de 15 años con la Web y se ha generado una metodología validada por resultados exitosos en cuanto a la implementación de estrategias en la Web para muchos objetivos, entre ellos la venta por Internet. La tecnología es relativamente sencilla para implementar una tienda virtual, y hay desde portales ya existentes como MercadoLibre, hasta la conformación de la propia tienda.

El primer impulso es emotivo, y todo el mundo está interesado. Se toman las fotos, se definen los precios, se cargan en la tienda virtual. Luego viene el proceso arduo de generar tráfico, conseguir las ventas, despachar los productos, recibir pagos. Es muy probable que estas funciones no estén asignadas en la compañía, y requieren ajustes en los procesos.

Ya podemos decir que “prueba superada” con el tema de portales en Internet. Las empresas son conscientes que vender por Internet es equivalente, en términos generales, a vender en una tienda física, por lo que requiere personal para manejar la tienda. No exactamente igual, sin embargo se requieren personas atentos a incorporar las promociones, nuevos productos, cambios de precios, análisis de los resultados, y toma de decisiones para ir creciendo los resultados.

Recientemente se ha presentado la oportunidad de hacer publicidad por Internet. Si bien en el esquema tradicional la publicidad se hace a través de una agencia, hoy también se pueden utilizar siempre y cuando que entiendan que el trabajo no termina al lanzar la campaña, sino durante y posterior a la misma. Hoy con la publicidad por Internet se exige que una vez lanzada la campaña, se le haga seguimiento, se efectúen ajustes a la misma y se generen los cambios pertinentes para obtener los mejores beneficios.

Esta tarea también requiere cambios en las personas de mercadeo que actualmente contratan las campañas en la forma tradicional. No solo conocer sobre las nuevas facilidades y herramientas que las campañas por Internet brindan, sino generar cambios constantes sobre las estrategias para lograr los objetivos.

Ahora tenemos la inundación de las redes sociales, donde las empresas ya empiezan a tener que hacer presencia (porque sino se las hacen por ellos), donde hay que estar al tanto de lo que se dice sobre la marca y sobre los servicios. Hay que participar, informar lo que hace y deja de hacer la compañía, atender reclamos, sugerencias y responder a las felicitaciones.

Otra labor que tampoco está contemplada en los manuales de funciones originales, pero que debe ser asignada y ejecutada, que de no ser así se corre un riesgo alto de quedar fuera del ámbito de los negocios.

Los negocios tienen excelentes oportunidades en la explotación de las tecnologías de Internet, y si bien la misma tecnología se puede conseguir en forma muy económica, no es responsable por el desempeño de la misma. Esta responsabilidad recae sobre las personas en la empresa. Hay que asignar los facilitadores, capacitar a las personas, ajustar las culturas, y volver la Internet y sus procesos parte cotidiana de las empresas. ¿Y quien va a hacer todo eso? Tomado originalmente de : http://www.deltaasesores.com/