Cuando usted piensa en una tablet PC probablemente la primera imagen que venga a su mente es el iPad.
Aunque fue su lanzamiento el que desató este año una oleada de tablet PC, no es el único modelo que existe de esos dispositivos, que son un híbrido entre una notebook y un PDA.
Existen dos tipos de tabletas: slate o convertible.
La primera es como el iPad, que carece de teclado. La segunda es una notebook cuya pantalla se gira hasta ocultar el teclado. Su tecnología táctil y digitalizadora le permite al usuario escribir y trabajar sobre ella, con sus dedos o con un stylus (estilete).
Existen también unos modelos híbridos, donde el teclado puede removerse completamente para que la notebook se convierta en una slate (pizarra).
¿Para qué la usará?
Como cuando se escoge cualquier computadora, la primera decisión que deberá tomar el usuario es qué sistema operativo quiere: Apple, Windows o Android, que son los más populares en el mercado actualmente.
Más allá de la preferencia o familiaridad con el sistema operativo que escoja, también debería valorar los usos que le dará al aparato.
Por ejemplo, diversos estudios han calificado al iPad como un dispositivo ideal para el consumo de contenido y para pasatiempos –como lectura, juegos o reproducción de multimedia–, pero no para trabajo.
Similar criterio se ha dicho de las tabletas que corren con el sistema operativo de Google, Android, que fue conceptualizado para smartphones por lo que resultaría limitado para emprender acciones computacionales más robustas.
También de los usos dependerá el tamaño de la computadora, pues si es un usuario que la utilizará mucho tiempo fuera de la oficina, lo recomendable sería elegir un modelo pequeño y liviano (de unas tres libras o menos) y una batería extra.
Si adicionalmente la utilizará más en exteriores, debería contemplar también la resolución y el brillo de la pantalla.
Para ambos casos, una slate podría responder mejor a las necesidades del usuario.
Si por el contrario, se trata de un alguien que sale poco y que terminará utilizando la tablet más dentro de la oficina que afuera, lo ideal será que adquiera una convertible. También podría valorar la compra de una estación dock (una base) para ponerla.
Este tipo de usuarios deberían considerar la conveniencia de tener una computadora de este tipo frente a otros modelos, pues las tabletas usualmente son más caras que las laptops tradicionales y suelen ofrecer un desempeño inferior y una batería de menor duración.
Además de poder escribir sobre la pantalla –y que la computadora reconozca y digitalice el texto–, para algunos usuarios resultará útil que el equipo también tenga software de reconocimiento de voz e incluso, una grabadora incorporada.
Consideraciones más técnicas incluyen escoger entre un disco duro del tipo Solid state disk (SSD) –que es más veloz y que se calienta menos– o uno convencional –que usualmente pesa más y es más caro–.
Adicionalmente, debería ana-lizar cuáles puertos requerirá (USB, conector de micrófonos, entrada para la estación dock y ranura para la tarjeta SD, entre otros). Asimismo, debería pensar el tipo de conexión que requerirá (bluetooth, Wi-Fi, 3G).
Lluvia de tabletas
Aunque el iPad no fue la primera tablet en existir, su lanzamiento en enero pasado fue el que desató un diluvio de tabletas en el 2010.
En la competencia entraron de primeros los fabricantes de computadoras, como Dell (Streak) y Toshiba (Portegé M750) y fabricantes como Samsung (Galaxy) y Cisco (Cius).
El más reciente rival que se sumó a la contienda fue Research In Motion, con su BlackBerry PlayBook.
Este año también se anunciaron una tableta que saldrá en el 2011 en la India, a un precio (subsidiado) de $35, y una tableta que creará la organización One Laptop Per Child en el 2012 y que valdría unos $100.
A nivel internacional, las tabletas se consiguen comercialmente desde unos $200 (con capacidades bastante limitadas).
fuente:elfinancierocr.