La NASA lanzará un vehículo robótico en el año 2020 que tendrá una nueva misión: saber si Marte es un planeta con las condiciones necesarias para montar una estación permanente.
Superada la etapa Follow the Water, que consistía en saber si había agua en el planeta rojo, esta nueva misión será la primera en analizar la habitabilidad. Los planes siguientes buscarán lograr que dentro de 15 años una persona pise suelo marciano.
La misión que irá a Marte en el 2020 llevará un dispositivo especial que tomará el dióxido de carbono de la atmósfera y extraerá oxígeno. Es el único instrumento que no tiene que ver con la misión científica, sino que se concentra en el futuro de exploración. Porque el objetivo es tener oxígeno para futuros astronautas. Según el argentino Miguel San Martín, uno de los ingenieros de la NASA que participa en el programa para llegar a Marte, la intención es llevar astronautas para 2030 a este planeta.
Hasta ahora, la búsqueda en Marte tenía que ver con una pregunta sobre el pasado: ¿hubo algún momento en que las condiciones de ese planeta eran aptas para que existiera vida? El Curiosity, el robot lanzado en 2012 y que aún se encuentra allá, tenía ese objetivo.
«En la superficie tenemos Opportunity y Curiosity, que es parte de Follow the Water («Sigan al Agua»), y es el comienzo para estudiar la habitabilidad del planeta»,dijo Miguel San Martín, ingeniero jefe de la sección de orientación y control en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en el marco del Segundo Congreso Internacional Científico y Tecnológico de la provincia de Buenos Aires, que se hizo en La Plata ayer.
El plan de la NASA de exploración marciana, muy discutido por estos días por el hallazgo de agua líquida en el planeta, sigue el año que viene con Insight, una nave espacial cuya misión estará indirectamente ligada a la vida, como un comienzo del proyecto que busca saber si Marte es un planeta habitable. «Hará estudios del interior de Marte para entender el núcleo del planeta. Su conexión con la vida es que los científicos creen que cuando se solidifica el núcleo, el efecto dínamo que produce el campo magnético desaparece. El campo magnético protege a la atmósfera de Marte de la radiación solar. Entonces cuando el campo magnético desaparece, el viento solar vuela la atmósfera, y cuando la atmósfera de Marte desaparece pierde su agua y terminamos con el planeta frío y seco que tenemos hoy en día», explicó San Martín, que trabaja hace casi 30 años en la NASA.
En las misiones que hicieron hasta ahora, las muestras que se tomaban se molían en mil pedazos y así los geólogos estudiaban la minerología. El nuevo objetivo consiste en lograr estudiar los compuestos elementales en la roca en sí misma, sin romperla. Y un próximo paso, que aún no tiene fecha de concreción, consiste en traer ese material a la Tierra para analizarlo en los laboratorios de la NASA.
«El próximo paso, que es lo que va a hacer esta misión, va a coleccionar estas muestras y ponerlas en un contenedor, para que después otra nave espacial, en el futuro, no aprobada todavía, pero con suerte en la misma década, las traiga de vuelta a la Tierra para que sí, acá en Tierra, con los laboratorios que tenemos, poder hacer estudios más detallados», explicó San Martín durante la conferencia.
El problema, ahora, es la financiación. Todo ese proceso es caro porque requiere de tres misiones. La primera, que va a buscar las muestras; la segunda, que, con un vehículo robótico, va en busca de esas muestras y las pone en un cohete que trae detrás. Luego, el cohete despega, lo pone en órbita a Marte y después debe llegar la tercera misión para tomar esas muestras y traerlas a la Tierra.
«Es muy probable que una de estas tres fases sea con participación internacional. Así que, ahora, después del Arsat 2, Argentina podría participar en una misión», afirmó.
Los avances de empresas privadas como SpaceX o Silicon Valley traen nuevas esperanzas. San Martín lo sabe: «Ellos pueden tomar más riesgos porque no tienen el problema de comprometer el prestigio de una nación y de la NASA. Si logran bajar el costo de lanzamiento, eso podría acelerar todo». Esto es: estar en Marte antes del 2030.