Hace 40 años, nacía Microsoft de la mano de Paul Allen y Bill Gates. Sin embargo, el 4 de abril de 1975 ninguno de ellos sabía que llegarían a ser una de las empresas tecnológicas más importantes de la historia.
Esto permitió, entre otras cosas, que Bill Gates se convirtiese en uno de los hombres más ricos del mundo, a pesar de no encontrarse ya al frente de la compañía. Así, el fundador de Microsoft pudo centrarse en sus numerosas obras benéficas financiadas a través de su fundación.
Desde que Satya Nadella fue puesto a la cabeza del gigante de software, Gates aseguró que quería volver a tomar un papel importante en la compañía, convirtiéndose en asesor de Nadella en 2014.
Ayer, el fundador de Microsoft mandó una carta a todos y cada uno de los empleados de la compañía en la que repasaba el pasado de la compañía y comentaba su visión de futuro.